Tras la mudanza y ya una vez situados, y pasado el temporal
que hemos tenido, me he puesto de nuevo con el huerto del balcón. Si bien con
el cambio de casa hemos ganado en muchas cosas, el balcón no es una de ellas. El nuevo huerto se tendrá que
amoldar a las nuevas dimensiones del balconcito. Pero ya esta, más o menos,
redistribuido y, de hecho, ayer ya comencé con la siembra.
Comencemos por las espinacas, que se siembran ahora para
recolectarlas al finalizar la primavera. Las plantas hay que espaciarlas unos
15 cm, por lo que espero que tras clarearlas me sobrevivan un par. Las he
plantado en la maceta junto al cilantro, que ha sobrevivido desde el año pasado sin muchos cuidados y
perejil que he sembrado a la vez que las espinacas.
Otra novedad que voy a introducir este año son las cebollas.
Al parecer no reviste de gran dificultad y son resistentes al viento, que en el
nuevo balcón casca de lo lindo. Con espaciarlas 10 cm, es suficiente por lo que
espero tener media docenita. Las cebollas las he sembrado en la maceta grande,
y en el otro lado he sembrado zanahorias. Uno de mis fracasos del año pasado.
Yo creo que las sembré tarde y con los calores se me chamuscaron. A ver si esta
vez consigo algo digno.
Tanto las cebollas como las zanahorias se recolectan a los
tres meses, con lo que me coincidirá con el trasplantado de los tomates que
sembrare en el mininvernadero el mes que viene. Otra de las asignaturas
pendientes de la anterior experiencia son las lechugas, que abordare cuando
recolecte las espinacas.
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