Los tomates que tenía en el mininvernadero, se me iban a
apochar si se quedaban estos cinco días sin cuidado alguno… Sobre todo por el
riego. Como un par de los brotes ya están macizorros, he decidido trasplantarlos
y dejarlos en el balcón. Con lo que llueve por aquí, agua no les faltara. Aunque
no se si el tercero, que es más famélico sobrevivirá a la intemperie.
Como uno es hombre previsor… apréciese la ironía… Esta
mañana me he bajado a un “chino” y he comprado tierra para las macetas donde
plantar los brotes. Tampoco las macetas en las que los voy a plantar van a ser
las definitivas, pues mi plan era pasarlos a la jardinera donde todavía están creciendo
las cebollas y zanahorias… y les queda un rato largo!
Pero en estas macetas pueden coger más robustez y cuando ya estén
creciditos, ya habré recolectado esa cosecha y tendré toda la jardinera para
los tomates.