La maquinaria esta en marcha y aunque
quien espera desespera, no queda otra.
Poco a poco la cosecha va para
adelante. Aunque ha habido bajas. Las berenjenas no prosperaron. De
aquellas semillas no salio ni un atisbo de brote. En cambio, los
tomates que fueron plantados en el mismo mininvernadero, prosperan.
Planté cinco macetas de turba con tres semillas en cada una. Tras
clarearlas se murieron todos, salvo dos que decidí trasplantarlos a
sendas macetas. Bueno estos son los que han sobrevivido. Además en
uno ha salido otro tallo, que ahí se va a quedar.
Las lechugas las sembré en una maceta,
una veintena de semillas, tras clarearlas han muerto todas...
Salvo una. En el clareo, al igual que con los tomates, trasplante
varias lechugas, media docena. Una de ellas esta robusteciendose.
Tiene buen color y parece que pueda ser la única superviviente.
Aunque hay alguna otra que tiene alguna hoja de lechuga que quizás se
salve. Dejare que la naturaleza siga su curso. La podéis ver al lado de las zanahorias.
Las zanahorias tienen buena pinta,
habrá unas veinte que, al menos las hojas que salen para afuera,
tienen buen color. Lo que haya por abajo, ya se vera.
El limonero ha quedado masacrado por
los pájaros. No ha quedado un solo limoncillo. El año que viene me
haré con una malla y lo protegeré.
Es un buen balance para un
principiante.